EMILIANO ZAPATA
"Hombres, pueblos, regiones, todo estuvo bajo su mando. Èl era el jefe y, tenièndolo todo nada se reservo para èl"
Madero le dijo en Cuautla: "Deje usted esto del agrarismo, que el gobierno no puede por ahora echarse esos compromisos; yo le ofresco una o dos haciendas de las mejores de Veracruz; lo mando a Europa..." y èl no aceptò.Pudo con sus hombres gobernar aquella región rica, explotarla, vivir como un príncipe y no quiso. "Siguò en el monte, obstinado sufriendo, perseguido, calumniado, fuera de la ley, pobre como el último de sus soldados"
Quería tan solo que a los indios les dieran tierras, que alguno escuchara, que alguien tuviera piedad de un sufrimiento eterno
Y como nadie lo atendía, dijo su evangelio de protesta en el Plan de Ayala y se juró cumplirlo o morir
El relámpago Revolucionario (11 de marzo de 1911)
Cuando Zapata vió que la justicia era partida al antojo de los hombres del poder y que en la capital le llenaban la cabeza con promesas que nunca se cumplían, decidió defender con las armas las tierras de su pueblo...
Juntó en poco tiempo 3 mil hombres; en un principio mal armados, pero que en los enfrentamientos con los federales se hicieron, poco a poco, de un respetable equipo de guerra. "Nosotros no hemos pedido al extranjero ni un cartucho, ni un fusil, ni un peso; tod lo hemos tomado del enemigo" aseguraba orgulloso el general Zapata, y así se mantuvieron invencibles durante 9 años
Los Zapatistas en la capital (Dciembre de 1914)
Zapata no fué para los diarios de México y de todo el mundo, sino el bandolero, el Atila del sur, y sus tropas fueron calificads de hordas de asaltantes. Pero cuando tomaron la cuíduad de Mexico su comportamiento soprendio a todos
Hay un tomo burlòn en las crònicas que consignan como los zapatistas entraban a las casas pidiendo algo de comer, algunas tortillas. Aquel gesto de solicitud franca fuè interpretado equivocadamente como una peticiòn humillante
Un testigo zapatista de la escena recuerda:
"Villa se sentço en la silla como burla y Emilñiano a un lado y le dice a Emiliano a ti te toca, Emiliano le dice no pelié por eso, pelié las tierras para que se devuelvan, A mí no me importa la política"
Más tarde Emiliano diría, hablando de la silla presidencial : "Deberçiamos quemarla para acabar con las ambiciones"
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